Por qué elegí el Coaching Teleológico
En este post me gustaría explicar qué me movió a escoger el Coaching Teleológico.
Ahora viéndolo con perspectiva, encuentro que antes de conocerlo ya compartía con él aspectos aunque de manera inconsciente. Desde muy joven estaba centrado en el compromiso y en el hacer, mejorar todo aquello que no encajaba en mí, esto me motivaba a buscar la opción que me hiciera sentirme mejor.
Después de haber invertido muchas horas en dar con el método que más se acercaba a mi forma de entender el coaching, al final me decidí por El Coaching Teleológico. Este es un modelo de coaching centrado en el ser y orientado a un fin. Basado en las reflexiones de Victor Frankl, que luego Covey tomaría en el primer hábito de su libro “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”, el objetivo es que las personas logren liderar su vida desde el interior, que sean libres para tomar sus decisiones de acuerdo a sus propios valores y por tanto, asumir sus consecuencias y resultados. Hablamos de tener Autoliderazgo. Un proceso en el que la toma de conciencia te ayuda a clarificar, ordenar o identificar objetivos personales o profesionales.
En este método, se coloca en el centro del proceso la siguiente pregunta: ¿Para qué hacemos lo que hacemos? Con esta pregunta lo que hacemos es que el coachee (cliente) conecte con el propósito que le inspira a dirigirse hacia su futuro, en lugar de lamentarse de las decisiones del pasado las cuales ahora es imposible cambiar. El para qué, la búsqueda de sentido, coloca al coachee en su área de influencia, que le permitirá pasar a la acción de una manera consciente y responsable. Durante el proceso de Coaching Teleológico, utilizamos diferentes herramientas que ayudan al coachee a que encuentre sus propias respuestas, siempre desde la conversación teleológica y la escucha activa.
Si tomamos las decisiones de manera consciente desde nuestro interior, en base a nuestros valores, los resultados podrían aun así no ser los esperados, pero al haber sido libres de esa decisión, nunca podríamos decir que nos fallamos a nosotros mismos. El ser libres hace que podamos encarar nuestro futuro con un sentido.
“Las Circunstancias externas pueden
despojarnos de todo, menos de una cosa: la libertad
de elegir cómo responder a esas circunstancias”.
Víctor Frankl