Responsabilidad & libertad
¿Qué ha de suceder para tener el convencimiento de que estamos satisfechos con la vida que hemos tenido hasta ahora?
¿Las decisiones que hemos tomado acompañan fielmente a lo que deseamos en cada momento? ¿Hemos disfrutado cada una de las etapas laborales vividas hasta ahora? Si te has respondido a estas preguntas con perspectiva llegó el momento de enfrentar si estás contento con los resultados conseguidos y si estos se ajustan a lo que habías imaginado.
En mi ejercicio como Coach me han llegado tres posturas de diferentes clientes frente a las mismas situaciones. En primer lugar, he encontrado que algunos ven la vida como una consecuencia de acontecimientos generados de una forma natural. En segundo lugar, otros de mis coachees se ajustan a las situaciones con las que se encuentran en su día a día y dan las mismas soluciones a los mismos eventos estén o no satisfechos con su resultado. Por último, cada vez son más las personas que se acercan para trabajar en los resultados que desean de una forma más consciente. Para mí, el propósito de cualquier persona es vivir cada una de las situaciones desde la consciencia, por lo cual considero que necesitamos profundizar esta última. De lo contrario, nos convertimos en meros espectadores de nuestro presente para ver cómo se nos pasa la vida confeccionando un futuro desde el miedo. No se nos ha enseñado a gestionar la incertidumbre, esto ha ahondado más aún en el no hacer por el miedo a qué puede suceder. En ocasiones abandonamos un presente lleno de oportunidades al aferrarnos al temor; ahora te pregunto: ¿Estás disfrutando de tu presente o te sientes obligado a vivirlo? En mi opinión, la conciencia de la elección hace la diferencia, tanto si eliges como si no lo haces, ya estás decidiendo en tu presente y en tu futuro. Al tomar conciencia de la profundidad de nuestras opciones, podemos entrever un camino de cambio no preestablecido. Llegados a este punto, es hora de preguntarnos si nuestras decisiones nos hacen sentirnos libres o prisioneros. Para concluir creo que podemos concebir la vida como un viaje que te puede llevar a donde toque si no te responsabilizas de ella.
Los miedos que nos esclavizan