disfemia

Hoy 22 de octubre es Día Mundial de la tartamudez o la disfemia

La tartamudez o disfemia es un trastorno de la comunicación basado en alteraciones de la fluidez del lenguaje.

La comunicación es esencial para el ser humano. Nos ayuda a verbalizar nuestros pensamientos y comunicar nuestras emociones a nuestro entorno, y a interaccionar con el mundo. La comunicación es necesaria e imprescindible para el desarrollo de las personas.

Disponemos de diferentes mecanismos para comunicarnos aunque el que más utilizamos es el oral. Su estudio nos lleva la cuarta de nuestra vida y aún así, la comunicación es el gran problema en las relaciones personales y profesionales.

Volviendo a la disfemia,  esta se manifiestan en la infancia, con mayor frecuencia en los niños entre 6 y 7,  y afecta al 1% de la población adulta en todo el mundo. Las personas que sufren tartamudez repiten o prolongan sonidos, sílabas o palabras cuando intentan hablar, lo que interrumpe el flujo normal del lenguaje. Este problema no es debido a ninguna enfermedad, problemas neurológicos ni déficit sensoriales o intelectuales.

El trastorno afecta de forma severa la capacidad de comunicación y la calidad de vida de quien lo sufre. Esto nos indica la presencia de un desarreglo en la comunicación de mayor o menor grado.  Se manifiesta en cuanto se ha de materializar una conversación, ya que la tartamudez solo aparece en presencia de un interlocutor, no existiendo en el habla subvocal (nuestra habla interna) ni cuando está a solas en voz alta.

Los niños o incluso los adultos viven todas estas dificultades con un elevado nivel de ansiedad, viviendo con vergüenza el mostrarse en público. Se sienten incómodos e inferiores, y tienden a evitar hablar.

Esta ansiedad suele provocarles un mayor nivel de repeticiones e interrupciones en el habla, de forma que se crea un círculo vicioso: la ansiedad les dificulta más el habla, y al hablar sienten más ansiedad. Se trata pues de un trastorno que puede llevarles a retraerse socialmente y dificultar su desarrollo emocional, comunicacional y social.

De hecho, hoy en día y a pesar del nivel de educación mucho más elevado de la sociedad que en tiempos pasados, todavía existen prejuicios sobre esta dificultad. Por tanto, vivir con ello puede dinamitar su autoestima y limitarles en la realización de sus sueños si no se les respeta, se les refuerza su seguridad y se les anima a creer en ellos.

Os invito a ver la maravillosa película “El discurso del Rey”, donde el Rey de Inglaterra con confianza, coraje y superación personal consigue superar su tartamudez. Además es una película excelente para verla con vuestros hijos al estar cargada de valores.

El filósofo Demóstenes, Miguel de Cervantes, Anthony Hopkins, Winston Churchill, Marilyn Monroe,  Jimmy Stewart, Bruce Willis, Nicole Kidman, James Earl Jones (doblador de cine) y muchos más personas de éxito fueron tartamudos y todos tuvieron que hablar en público con frecuencia.