Comunicación no vilolenta

Cómo identificamos y expresamos nuestras emociones

 

Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En este espacio se encuentra nuestro poder de elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta están nuestro crecimiento y nuestra libertad

(Victor Frankl).

Presuponemos que entendernos es lo más normal. Nada más lejos de la realidad. La mayor parte de los problemas de la comunicación tienen que ver con el malentendido. El lenguaje nos ayuda a entendernos, pero es también una fuente de conflicto, cuando nos expresamos sin ser claros.

La mejor manera de evitar ser violentos en la comunicación es ser claros, identificar y expresar claramente lo que sentimos; estos son dos principios fundamentales de la comunicación no violenta.

En este post quiero proponeros mi visión del cómo identificar y expresar claramente nuestros sentimientos, para hacer más fáciles nuestras relaciones. Es muy importante cuando nos comunicamos saber expresar bien lo que sentimos…

¡No es tarea fácil! Cuando nos preguntan cómo nos sentimos, solemos contestar con un lacónico bien o mal, sin precisar en toda la gama de emociones. No es perder el tiempo buscar en el diccionario nuevas palabras con qué referirnos mejor a nuestras emociones.

¿Qué ganamos? Claridad. Comunicar más exactamente lo que nos pasa. Hacernos entender. Aportar al otro la información necesaria para que entienda por qué nos relacionamos con él como lo hacemos. Para entenderlo también nosotros. La claridad es tanto para ti como para mí, cuando te digo con precisión qué me pasa y cómo me siento. No decir sólo me gusta o no me gusta, sino me gusta porque me hace sentir bien, feliz, alegre, entusiasmado, con optimismo, ilusión, pasión; o no me gusta porque me hace sentir cansado, frustrado, con dolor, rabia, fastidio.

Un proceso de coaching nos permite conectarnos con nuestra percepción, con lo que realmente sentimos. Al identificarlo podemos conectar con nuestra realidad y movernos hacia nuestro deseo. Identificar y expresar nuestras emociones, el primero y segundo principio de la Comunicación No Violenta, nos invita a responsabilizarnos de nuestras vidas.

Un proceso de coaching te ayuda a saber dónde estás, y no dónde crees estar, y te hace así más fácil saber a dónde quieres llegar; empezando por la relación contigo mismo y llegando a las otras personas.

Llegamos a la conclusión de que identificar nuestros sentimientos nos da claridad, tanto a nosotros como a nuestros interlocutores; nos permite saber en qué punto estamos, en relación con nuestros sentimientos y abrir un diálogo.