Los miedos que nos esclavizan

Hay ocasiones de nuestra vida que desechamos oportunidades que pueden llegar a ser muy beneficiosas para nuestro futuro, pero el miedo a enfrentarnos a ellas nos paraliza, enfrentarnos a la posibilidad del cambio, salir de lo que estamos habituados. Aun así, nos aferramos a lo conocido, aunque sea terrible o realmente no lo queramos. Aunque parezca sorprendente nos conformamos con las situaciones de comodidad y a no cambiar por la posibilidad de que lo que venga sea a peor, lo desconocido siempre da miedo.

El miedo como aliado puede ser un acompañante perfecto, aunque en ocasiones prima más que facilita, con esto quiero decir, que, si está presente en la mayoría de nuestros pensamientos diarios, se va alimentando con el resto de pensamiento a los que no había tenido presente. Hay estudios científicos que determinan que el cerebro humano procesa diariamente unos 60.000 pensamientos, de los cuales el 94 % se repiten y el 80 % son negativos.

También se podría ver desde otra forma y con otra perspectiva, aunque no tan distinta.

Según El psicólogo Friedrich Perls (1893-1970), médico neuropsiquiatra, psicoanalista y creador de la Terapia Gestalt, enuncia esto mismo de otro modo: El 40% de nuestras preocupaciones vienen dadas por cosas que no han sucedido y probablemente nunca sucederán. El 30% de nuestras preocupaciones vienen de cosas que han sucedido, pero ya no se pueden cambiar. El 12% vienen de problemas de salud irrelevantes o inexistentes que nos llegan a condicionar nuestra vida. El 4% son preocupaciones reales que no se pueden cambiar. El 4% son problemas importantes que se pueden controlar.

«Pasé más de la mitad de mi vida preocupándome por cosas que jamás iban a ocurrir»

Winston Churchill

Lo comentado hasta ahora son ejemplos que deberían servirnos para aprovechar todas las oportunidades que se nos presenten sin temor a que puedan salir mal. Las expectativas también juegan en nuestra contra si son altas. Igualmente, no podemos quitarle le da la importancia que se merecen. Dice que los trenes únicamente pasan una vez por nuestra puerta, justo por este motivo se debe mirar con mucha más perspectiva antes de dejarlos pasar. El no aceptar según qué retos profesionales, es dejar pasar el trabajo de tu vida, vivir una experiencia única, no acercarte a la mujer de tu vida. Todos estos ejemplos se pueden dar, son aspectos muy comunes dentro de nuestro día a día… Los miedos no solo vienen de del exterior, somos los mayores porteadores de dicha carga. Desconocemos que los porteamos durante el transcurso de nuestra vida.

Las profecías autocumplidas y las del comportamiento de alguien pueden ser positivas o negativas. Si creemos que vamos a fracasar en cierto examen o cierta actividad, es muy posible que nuestra conducta se vaya modificando para que esto sea lo que termine pasando, ya que esta creencia va condicionando nuestras respuestas y nuestra manera de leer la realidad. se dedicó a investigar esta temática, dándole una estructura al concepto y a sus consecuencias. Merton descubrió que esta creencia es tan determinante en la conducta, que incluso puede haber comenzado no teniendo fundamento.

“Trata a una persona como es y permanecerá como es. Trata a una persona como puede ser y podría ser y se convertirá en lo que puede y podría ser.”

Stephen R. Covey